En marzo de 2005, casi la mayoría de las empresas de alimentación y bebidas, responsables de más 90 % de la publicidad, suscribieron un acuerdo de autocontrol, dentro de la organización del mismo nombre: el CÓDIGO PAOS. Con ello se querían autoregular para la emisión y realización de anuncios publicitarios. Temas como reducir la persuasión o el llamamiento directo a la compra, la supervisión externa de los anuncios antes de ser emitidos, la no utilización de personajes famosos y de prescripción... Al cabo de cinco años, un estudio ha analizado su aplicación y cumplimiento y los resultados son muy positivos.
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